Por el MINI no pasan los años. Su estética retro tiene la inherente ventaja de dulcificar el impacto del tiempo, y mientras que prácticamente todos sus rivales envejecen a pasos agigantados, el eterno juguete de Oxford conserva todo su encanto. Lo cual no quita para que ya vaya necesitando una actualización. El modelo actual fue lanzado en 2006, así que ya va siendo hora de darle relevo para evitar que su escasa competencia se le suba por las barbas.
El nuevo F56 aparece hoy en nuestras pantallas disfrazado de limón, un poquito más ancho y más largo, si bien la longitud de los voladizos (particularmente el delantero) podría no ser representativa dado el camuflaje de las unidades, que estaría cubriendo un nuevo frontal al estilo Rocketman. Lo mejor que puedes hacer para buscar sus medidas es fijarte en la posición de los grupos ópticos, igualmente provisionales. Supuestamente, el MINI F56 hará uso de un buen puñado de elementos compartidos con el nuevo Serie 1 para reducir costes, así como un pequeño motor de tres cilindros.