Para Aston Martin, la estética es tan importante en el diseño de su nueva creación como la funcionalidad y el desempeño. Con ese objetivo, el One-77 (llamado así porque se fabricarán solo 77 de estos autos) cuenta con un diseño de monocasco: el auto es modelado en una sola pieza de fibra de carbono, algo común en autos de carrera pero raro en autos de calle. Su nivel de personalización está años luz por delante de la elección del color y del tipo de transmisión: su suspensión no es puesta a punto hasta que el auto no está en manos de su comprador. Como lo dijera la revista Car and Driver, "El One-77 es lo que resulta cuando un fabricante construye un auto sin decirle un solo "no" a sus ingenieros".