El CCXR, partiendo de cero, llega a 60 mph en solo 2,9 segundos y puede alcanzar 250 mph de velocidad final. La tecnología que permite crear semejante espécimen se refleja en su precio de venta. Frenos cerámicos de carbono, control de tracción al estilo Fórmula Uno y un chasis de fibra de carbono y paneles nido de abeja de aluminio son todos estándar de fábrica en este auto construido a mano por un equipo de 45 operarios suecos. Otras características destacables son su capota removible con techo de vidrio que puede guardarse bajo el capó frontal, sus alfombras de cuero y un sistema de elevación hidráulico. Como adicional, el CCXR se lleva bien con el medio ambiente: quema tanto gasolina como etanol. Cuenta con puertas de actuación sincro-helicoidal diédrica que se desplazan hacia arriba y adelante al abrirse.