Yo creo que somos unos cuantos los que sentimos cierta admiración por los pequeños pero capaces polivalentes japoneses. Inviables para el mercado europeo debido a los precios poco competitivos, sin embargo, en su mercado doméstico son casi obligados para muchas familias debido al complicado tráfico existente en las grandes ciudades.
El juguete lanzado en Japón es el Suzuki Solio Bandit, una particular visión del popular urbano que añade tintes deportivos a su carrocería. Tanto el frontal como la zaga han sido convenientemente revisados para ganar personalidad dentro de la gama. En el interior se han empleado materiales de superior calidad y el equipamiento puede incluir climatizador automático, control de velocidad, puertas deslizantes con accionamiento eléctrico y sistema de navegación. Tampoco faltan el arranque por botón, acceso sin llave, luces LED y control de estabilidad.
La oferta de motores queda limitada a un único bloque de 1,3 litros que desarrolla 94 CV de potencia. De serie en todos los acabados es la caja automática de tipo CVT, dejando a los clientes la posibilidad de elegir entre la tracción delantera o total 4WD. Este bloque incluye sistema de arranque/parada del motor ENG A-Stop y un modo de conducción ECO para reducir los consumos.