No quisiera ser demasiado duro, pero ni vestido por AMG el nuevo SL de Mercedes me gusta tanto como el anterior. El diseño, muy atractivo sobre la pequeña carrocería del SLK, aquí parece un tanto forzado aunque supongo que habrá muchos a los que les encante.
Lo que no tiene discusión alguna es la excelente mecánica que mueve a las versiones SL65 AMG, con nada menos que 630 CV de potencia saliendo de sus 12 cilindros sobrealimentados y un impresionante par máximo de 1.000 Nm. La caja de cambios AMG Speedshift Plus 7G-Tronic cuenta con cuatro programas diferentes (C. S, S+ y M) y según el elegido se varía la velocidad con la que se realizan las transiciones.
Según los datos homologados, esta bestia descapotable es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,0 segundos y alcanza una velocidad máxima de 250 km/h (autolimitada). El consumo medio es de 11,6 L/100 y su precio (superior a los 260.000 €) serán sus puntos más flojos, aunque hay que reconocer que viendo el potencial no gasta no mucho.