No cabe esperar grandes saltos estéticos en una marca como Bentley. Su clientela, aunque no tan conservadora como la de Rolls, busca coches fácilmente identificables y con la presencia de un traje bien almidonado, pero tampoco podemos pasar de puntillas por el hecho de que el rediseño del Continental GT es lo más insustancial que hemos visto en muchos años. Sigue siendo un coche de esos que casi requieren escribir "Don" delante de su nombre, y las mejoras introducidas en el habitáculo eran ya muy necesarias, lo cual no quita para que sea virtualmente idéntico al modelo anterior. Por eso, y porque hay gente que quiere más salero, la firma de Crewe ha lanzado el acabado Mulliner para su coupé W12.
Este nivel de terminación disponible en forma de paquete postventa consta de varias piezas realizadas en fibra de carbono, incluyendo unos cortantes faldones con el logotipo de la casa que se instalan sobre los de fábrica, y un nuevo difusor trasero. También hay pequeños retoques en el paragolpes delantero... y deja de contar. Su pletórico motor 6,0 sigue dando 575 CV, y de puertas para adentro no cabe esperar modificación alguna (tampoco es que le haga falta, ahí sí que Bentley puso algo de esfuerzo durante el rediseño).
Para quien necesite algo más llamativo, este paquete valorado en 6.982 euros (mano de obra no incluida) se puede complementar con accesorios Mulliner opcionales, tales son las carcasas de los espejos laterales en fibra de carbono, nuevas aletas y unas nuevas llantas de 21 pulgadas. Estupendamente cobradas, por cierto. Al menos Bentley no intenta colar estas piezas como mejoras aerodinámicas (otros no serían tan sinceros), e incluso indica claramente que primero se ha buscado la diferenciación, y después que no interfirieran negativamente en el rendimiento aerodinámico del coche.
Tienes todas las fotos oficiales del Continental GT Mulliner en nuestra galería, y la nota de prensa con todos los precios a continuación.