Los vehículos a Diesel llevan ya muchos años en el mercado, sobre todo en Europa. En los últimos años, varias marcas alemanas incursionaron en el mercado estadounidense con modelos de todo tipo. El mercado de este país ha ido aumentado, debido en gran medida, a las enormes mejoras que estos autos tienen actualmente.
Porsche decidió entrar en este mercado de lleno, diseñando un motor que funciona en su exitosa Cayenne. Esta SUV tiene un ahorro de combustible del 28% comparada con una Cayenne V6 convencional. Además tiene una emisión de contaminantes también mucho más baja.
Al igual que todos los Porsche que existen, la Cayanne Diesel también tiene sangre deportiva por sus venas.
Para lograrlo, Porsche mejoró el motor turbodiesel 3.0 litros que se estrenó en la primera generación de la Cayenne y que a pesar de mantener los niveles de potencia, su consumo mejoró pasó de 25.29 a 31.79 millas por galón.
El componente esencial de esta eficiencia mejorada fue la integración de una bomba de aceite regulada, la gestión electrónica del motor y la regulación de gases de escape.
El motor, de procedencia Audi, ofrece 240 caballos de fuerza que se acompaña del sistema de tracción total permanente y la nueva transmisión automática de ocho velocidades Triptonic.
Con todo esto, la Cayenne Diesel es capaz de manejar 600 millas sin tener que llenar el tanque y es capaz de remolcar 3.5 toneladas sin ningún problema.
Si usted se encuentra cerca de sus tubos de escape, difícilmente notará que se trata de un motor a diesel por el sonido que produce.
No podía faltar el sistema Porsche Traction Management que mejora su comportamiento y le da una aceleración sorprendente, similar a un verdadero deportivo con la única diferencia de la altura y peso del vehículo; por lo demás, el conductor tiene la sensación de control permanente.
El cuerpo es de acero y aluminio, reduciendo su peso en casi 200 libras con respecto a la versión anterior, pero aumentando su rigidez y capacidad de absorber la energía al momento de un impacto. Su diseño es aerodinámico y elegante, por lo que luce más como los tradicionales autos deportivos de la marca alemana.
El frente es inconfundible; posee luces estilizadas y en la parte inferior resalta un faldón y grandes entradas de aire que la hacen ver más deportiva. El capó le da un look poderoso y las líneas le dan un perfil muy alargado. Las luces traseras también son largas y los escapes de forma rectangular, le dan un estilo atlético.
Al volante se siente y maneja como una Cayenne convencional, cuenta con lujo, tecnología y comodidad de primerísima calidad.
Por dentro cuenta con las mejoras típicas de un vehículo de lujo; el estilo es similar al del Panamera pero con materiales y acabados de mejor calidad, algo que parecía poco probable.
En la consola central se ubica la mayor cantidad de controles de conducción y en la parte superior la pantalla táctil de siete pulgadas.
Gracias a sus cualidades, la Cayenne es una de las opciones de compra más razonables, aún por encima de la versión híbrida, pues ofrece menos emisiones contaminantes y un precio mucho más bajo.
Manejando la Cayenne Diesel uno se olvida inmediatamente de que esta SUV es tan ahorradora y tiene un motor a Diesel. No es posible notar alguna diferencia con el modelo Cayenne V6 a gasolina convencional, responde y se maneja tan ágilmente como usted esperaría de una Porsche.
La Cayenne Diesel es un buen ejemplo que el alto desempeño y lujo no están divorciados con un bajo consumo de combustible.