Florida - Clint Roberts se gana la vida rescatando personas de entre los metales retorcidos de vehículos que se han visto involucrados en accidentes, pero no daba crédito a sus ojos cuando vio que dos muchachos que viajaban en un auto de mediano tamaño sobrevivieron a un espantoso choque de frente con una camioneta mucho más grande. El armazón de acero reforzado del Ford Fusion probablemente salvó las vidas de su conductor, de 18 años, y de su acompañante, de 16. Pero Roberts dice que los bomberos del condado de Hillsborough se las vieron en figurillas para sacarlos de entre los escombros en noviembre del año pasado.
Arma de doble filo
Dado que las tenazas hidráulicas no podían penetrar las barras del techo, hubo que apelar a sierras eléctricas a las que se les cambiaba constantemente las hojas de acero dentado porque se consumían los dientes al lidiar con metales tan duros. El rescate se demoró mucho, lo mismo que la atención de las víctimas, dijo Roberts.
Dado que las tenazas hidráulicas no podían penetrar las barras del techo, hubo que apelar a sierras eléctricas a las que se les cambiaba constantemente las hojas de acero dentado porque se consumían los dientes al lidiar con metales tan duros. El rescate se demoró mucho, lo mismo que la atención de las víctimas, dijo Roberts.
No hay duda alguna de que los autos de hoy salvan vidas al proteger a sus ocupantes con aleaciones reforzadas, áreas de compresión que resisten mejor los impactos y hasta una docena de bolsas de aire.Personal de rescate y expertos coincidieron en que la nueva tecnología complica las operaciones para rescatar personas y puede impedir que las víctimas reciban tratamiento médico rápido. En muchos autos del 2005 en adelante, tareas de extracción de personas que antes tomaban 10 o 15 minutos ahora requieren el doble o más.
Muchas municipalidades están invirtiendo decenas de miles de dólares en equipo más potente, que pueda penetrar el acero reforzado de los autos más nuevos y los metales más livianos y resistentes que se emplean en techos, barras y puertas.También hay factores que ponen en peligro la seguridad del personal de rescate. Los tubos de gas presurizado que inflan las bolsas de aire pueden explotar si son perforados por alguna herramienta.
Una persona que colabora en el rescate puede sufrir lesiones si se infla repentinamente una bolsa. Y los cables escondidos de los vehículos híbridos pueden provocar una fuerte descarga.Para protegerse, los trabajadores tienen que remover primero el techo y la cubierta interior de plástico, de modo tal que puedan ver lo que hay debajo antes de empezar a cortar o separar el metal. No hay estadísticas que indiquen que las demoras en los rescates hayan costado la vida a alguien. Pero el temor de que eso suceda existe.
"Construimos más estaciones de bomberos, hacemos camiones de bomberos más rápidos, tenemos helicópteros para llevar gente a los hospitales", comentó Roberts. "Pero lo que nos demora es estos vehículos a los que nos cuesta ingresar".