El Salón de Detroit ha sido el escenario elegido por Ford para presentar la tercera generación de su compacto Focus. Estará a la venta a comienzos del próximo año y sustituirá al modelo que actualmente se comercializa, y que tantos éxitos ha deparado a la marca desde su lanzamiento en 2008.
Una de las características que Ford destaca del nuevo Focus es que se trata de un modelo con vocación global, es decir, destinado a comercializarse en los mercados de todo el mundo y no sólo en el europeo. Utiliza una plataforma común que servirá de base para diez nuevos modelos.
'Kinetic Desing' es el nombre que Ford eligió en su momento para definir la nueva tendencia estilística de sus modelos más modernos. Pues bien, en la llegada del nuevo Focus, le da una vuelta de tuerca al concepto buscando que el coche ofrezca una sensación de dinamismo y movimiento incluso estando parado.
Una de las señas de identidad de la nueva carrocería, que estará disponible en cuatro y cinco puertas, son sus grupos ópticos delanteros, de formas rasgadas, con los intermitentes integrados y que le otorgan una marcada personalidad al frontal del coche.
La zaga del nuevo Focus disfruta de un aspecto muy sólido, remarcando el aspecto atlético de una carrocería de enorme atractivo. También en ese caso los intermitentes cobran un gran protagonismo en los grupos ópticos traseros, extendiéndose hacia los laterales hasta coincidir con la línea de la ventanilla posterior.
La evolución del segmento de los compactos está llevando a los fabricantes a realizar grandes esfuerzos para ofrecer a sus clientes productos cada día más solventes en términos de calidad. Por eso los ingenieros de Ford han trabajado intensamente en aspectos como los acabados, el ruido en el habitáculo, el tacto de los mandos o la ergonomía.
Como coche nacido ya en la segundo década del siglo XXI, el nuevo Focus ofrecerá una avanzada tecnología tanto en su mecánica como en su electrónica. En este último aspecto sobresale el sistema 'MyFord', que permitirá al conductor controlar todas las funciones vitales del vehículo de una forma cómoda y fácil, bien a través de órdenes de voz o con botones colocados en el volante.