Cuando Volkswagen lanzó el Golf 6, muchos se quejaron de que se trataba de un simple restyling general sobre la base del anterior modelo. Cierto era, pero no era menos cierto que por entonces al modelo no le hacía falta mucho más para seguir vendiéndose bien, y contando con el favor de los probadores, pues realmente era un coche competente. En su especificación GTI, que aquí ya probamos como bien recordarás, ofrecía algo parecido al Golf 5, lo cual no era para nada malo: un chasis relativamente ágil, potencia, buena respuesta en todo el rango de revoluciones, buen acabado interior, y esa sensación de hacerlo todo bien, aunque no se destaque en nada.
El gran rival del Golf GTI, al menos sobre el papel, era fundamentalmente el Focus ST, que por un precio similar ofrecía un chasis ligeramente superior en cuanto a capacidad de mover la trasera y tacto de dirección, y un motor más "carismático", pero también un mayor consumo y una posición de conducción algo peor (demasiado elevada).
Pero con una competencia cada vez más dura, y una nueva generación por delante, Volkswagen ha preparado un enorme salto adelante para el MK7.
De acuerdo con lo que cuenta Top Gear, el nuevo Golf GTI contará con un peso reducido en 100 kilogramos aproximadamente respecto a la versión anterior. Y no sólo eso, sino que este peso se encontrará mejor localizado, con un mejor reparto entre ejes y un centro de gravedad más bajo.
¿Cómo lo conseguirán? Pues gracias al uso de un techo y capós de aluminio, unidos al empleo de acero de alta resistencia (menos cantidad de acero para conseguir la misma resistencia, por tanto).
Esto unido a un motor nuevo que contará con unos 235 caballos, y que integrará la tecnología de alzado de válvulas variable junto con el resto de soluciones ya vistas en el motor actual (turbo, inyección directa y calado de la distribución variable), permitirán contar con un motor no solo más rápido, sino también más lleno.
A este motor le acompañará un nuevo diferencial autoblocante mecánico de control electrónico (solución similar al E-Diff de Ferrari, por ejemplo), en lugar del sistema XDS de frenado selectivo de ruedas, que nos sigue sin convencer, ni en VAG ni en ninguna marca cuando llevas un rato "dándole caña".
A todo esto le acompañará un coche más resuelto tecnológicamente, como toda la gama Golf 7: más ayudas a la conducción y nuevos sistemas telemáticos.