Este año 2011 está siendo muy complicado para algunos fabricantes japoneses. Además de enfrentarse a las penurias económicas que castigan a los mercados más consolidados, tienen que lidiar con los efectos del terremoto que azoto las costas del país del sol naciente el pasado marzo.
Suzuki, que no ha permanecido inmune a ellas, ha comunicado durante la presentación del nuevo Swift Sport en Madrid que los resultados económicos y de ventas en la primera mitad de su año fiscal han caído en relación al mismo periodo del año 2010, si bien se espera una cierta recuperación en los meses venideros hasta rozar cifras similares (2,7 millones de unidades en un año).
En cuanto a Suzuki España, en los diez primeros meses del año han vendido un 40% menos que en 2010, afectados sin duda por la desaparición del Plan 2000E, la caída general del mercado y la incertidumbre económica. Lo peor es que el canal de particulares, principal fuente de ingresos para las marcas, es el que más ha caído en lo que llevamos de año.
Por lo que contaron los responsables de la firma, a Suzuki no le interesa entrar en la batalla de las cifras obligando a los concesionarios a las automatriculaciones de unidades para cumplir objetivos (lo que podría terminar ahogando a los concesionarios si esos vehículos no encuentran un cliente en un corto periodo de tiempo). Tampoco las empresas de alquiler son un canal interesante, pues la rentabilidad que se queda en esas operaciones es mínima e incluso en algunos casos inexistente.
