Los Caballos de Fuerza

Legado y caballos de fuerza es una muestra de automóviles, parte del New York International Auto Show 2007, en la cual el Harold E. LeMay Museum de Tacoma, Washington, también conocido como el America’s Car Museum, hace gala de lo mejor de su colección, certificada por Guinness como la más grande del mundo.



Muestra ecléctica, denomina LeMay a este conjunto de clásicos, con modelos que van desde 1912 hasta el presente. Permanecerá en exhibición en el Jacob Javits Convention Center, de Nueva York, hasta el domingo 15 de abril.  Entre las estrellas se encuentran carros como el Standard Electric de 1912, de motor eléctrico; un LaSalle 303 Roadster, el primer diseño del célebre Harley Earl; una limusina Lincoln, de 1930, la cual se fabricaba a la medida para ricos y famosos.  Otros presentes son el Chrysler CG1 Imperial LeBaron, de 1931, uno de 85 de la serie Dual Cowl Phaeton, que formó parte de la colección de Nicola Bulgari.  Además podrá admirarse a un Cadillac Series 85 Coupé, considerado muy exclusivo por su diseño Art Deco.  Otra, muy buscada, es la Buick Estate Wagon de 1940, “Bette Davis”, una de 495 unidades, también que fuera de la colección de Bulgari; así como a un legendario Hudson Hornet “Satan of Morimar”, de 1953, y a un supercargado XP-785 Corvair Super Spyder Concept, de 1962.

Como se aprecia, el Museo LeMay prestó verdaderas gemas de la industria automotriz, sobre todo estadounidense, para engalanar a Nueva York con motivo de su Salón del Auto.  Pero de ninguna manera esta institución se ha visto sin carros para exhibir en su sede de Tacoma, puesto que ha llegado a poseer hasta alrededor de 3,000 unidades, más unas 30,000 piezas relacionadas con el mundo motor, las cuales fueron amasadas a lo largo de 40 años por su fundador Harold E. LeMay (1919-2001).

En la casa de los esposos LeMay se aprecian motocicletas, camiones, camionetas, carros, por supuesto, y accesorios.  Algunos son únicos, como autos concepto, autos-cohete o deportivos ganadores de NASCAR.  Pronto la institución estrenará nuevas instalaciones, las cuales albergarán una muestra permanente de 1,300 autos donados por el matrimonio al museo junto con un aporte inicial del US$15 millones.  Con un costo aproximado de US$90 millones cuando se complete, se calcula que la sede del museo abrirá sus puertas en Tacoma, Washington, hacia 2009 ó 2010.  Entonces será una verdadera meca del automovilismo con centros educativos, áreas para conferencias, en fin, con todo lo relacionado con el tema auto.

Semejante logro, como dice la literatura del museo, sería asombroso si lo hubiera hecho un monarca o un millonario de billetera ilimitada.  Pero considerando que se debe a un empresario local, aunque próspero, quien supo ser frugal en ciertas áreas para gastar en las que consideraba importantes, se trata de una verdadera proeza del coleccionismo que ha rendido frutos enormes.  Por ejemplo, desde hace 25 años tiene lugar, cada agosto, una exhibición especial que empezó porque la colección sin mayor esfuerzo atraía a los amantes de esta industria y los LeMay decidieron abrirles las puertas para que la admiraran.

Con el tiempo, varias personas privadas y públicas se unieron al esfuerzo y hoy constituye una de las mejores muestras de la correlación entre autos y seres humanos, entre éstos y su entorno, así como el indeleble influjo que las dos y las cuatro ruedas han dejado en nuestra historia.