Cuando salió el Nissan GT-R, Kazutoshi Mizuno, el ingeniero jefe que dirigió el desarrollo de todos los GT-R, anunció que el coche estaría en constante evolución; cada año tendría una mejora. Desde 2007, el GT-R ha visto como su potencia máxima subía cada año; de los 480 CV de 2007, estamos ya en 540 CV. Al mismo tiempo, su precio fue subiendo. Y todo apunta a que la próxima evolución seguirá por esa senda. De momento, ha sido cazada en el Nürburgring.
Prevista para mediados de 2013, será más que una enésima evolución, pues será objeto de un restyling. Todo el mundo se pregunta si será la edición que romperá la barrera psicológica de los 600 CV.
Al parecer, el coche cazado era una mula destinada a probar nuevos neumáticos y, quizá algunos elementos mecánicos y/o de softwrare nuevos. También, llevaba un volante bicolor y varios aspectos del interior modificados.
Estéticamente, es aún pronto para hablar del restyling estético, pues las zonas tapadas con cinta negra no esconden nada, sino que se trata de una protección para la pintura; se aprecian perfectamente las formas del actual GT-R.
