Scion, una de las divisiones de Toyota, aprovechará el SEMA Show de Las Vegas para mostrar la versatilidad de su mini auto iQ y cómo a pesar de sus dimensiones puede modificarse, así que llevará tres versiones especiales que hacen de este auto urbano un modelo reamente agresivo.
Los tres modelos fueron creados por el Tuner Challenge en el que trabajaron Michael Chang, Jon Sibal y Tatsu, que son famosos por sus trabajos de modificación.
Chang trabajó en el iQ-RS y le dio un tratamiento deportivo con un kit de fibra de carbono, suspensión Air Runner, asientos deportivos Sparco y rines Advan Racing.
En cuanto al modelo de Sibal, el iQ RX, tiene un kit de cuerpo completo, cortesía de Veilside, terminado en color gris metálico y toques de color bronce. El motor ofrece mayor potencia gracias al kit de inyección Nitrous Express y los rines de 18 pulgadas. También tiene suspensión Air Runner y los asientos se colocaron lo más cercano posible al suelo del auto.
Por último está el iQ-MR creado por Tatsu quien hizo los cambios más radicales. Mavrik Motorsports reconstruyó el motor, se le pusieron rines Axis de 16 pulgadas y a la carrocería se le incluyeron unos paneles de Speciality Cars.
El techo fue retirado para reducir el tamaño de las puertas y se le incluyeron paneles de metal al interior, así como asientos de fibra de carbono. Este mismo material se repite en otros detalles de la cabina.
Pero aún hay más, el iQ puede controlarse mediante el iPad que sirve como una conexión móvil WiFi y como estación de carga.
Durante el SEMA, también se hará el debut oficial del primer auto de carreras desarrollado a partir de la tercera generación del Toyota Yaris. Se trata del Yaris B-Spec Club Racer que competirá en el campeonato SCCA de Estados Unidos el año que entra y será piloteado por el estadounidense Jamie Bestwick.