Seguro que alguna vez has oído eso de "es casi guapo; sólo le falla la cara". Pues lo mismo le pasa al Continental Supersports de Anderson Germany. El preparador alemán, otro de esos que piensan que saben hacer mejor las cosas que Bentley, se ha puesto el mandil del doctor Frankenstein para mejorar la alcohólica bestia de Crewe a su manera, subiendo la potencia original de su bloque de 6,0 litros de 630 a 695 CV. Esto es posible gracias a varias modificaciones electrónicas, un nuevo filtro de aire y un sistema de escape de nueva factura con el que el coche pierde además 17 kg.
Es a partir de ahí cuando las cosas empiezan a ir cuesta abajo; el kit de carrocería es más propio de un deportivo japonés "atallerado" que de un señor Bentley con doce cilindros en W, y aunque hay detalles curiosos como el alerón trasero con reborde en fibra de carbono plateada, otros como las llantas de 22 pulgadas y el baratísimo paragolpes delantero nos dejan con la duda de si de verdad podrán vender las 300 unidades que Anderson se ha marcado como límite. Tal vez no, pero también es cierto que con que se interesen un par de raperos/jeques (y lo harán, dalo por hecho), ya tendrán cubierta la inversión.
