Adentrandonos en la nueva Kia Sportage

La nueva SUV compacta de Kia recibe los adelantos de la tecnología y valores de calidad, que colocan a esta marca coreana entre las preferidas de varios mercados.

En 1993 Kia presentó la Sportage, un compacto con habilidades de un vehículo conveniente utilitario, denominados SUV.  Fue un pionero de su segmento.  Más de medio millón de unidades vendidas en sus primeros nueve años de existencia son muestra de su aceptación.

De 2005 a 2009, la segunda versión de la Sportage logró ventas por casi un millón de unidades: 995,661 vehículos en ese período.

Durante los primeros cuatro meses de este año los pedidos de la nueva Sportage indican que en 2010 sus ventas podrían triplicar las unidades vendidas anuales más altas de su historia.

De unos pocos años a la fecha, Kia está teniendo un marcado incremento, tanto en aceptación como en ventas.  La aceptación es un elemento de todo el mercado y el público en general, con lo cual se edifica la marca a mediano y largo plazos.  La aceptación es elemento clave para la reventa de un vehículo y, por lo tanto, para ser considerado una inversión por quien lo adquiere.

Las ventas son las transacciones primarias, con las cuales se tienen los recursos para continuar con la operación.  Su horizonte cronológico se puede considerar a corto plazo y, desde luego, está reflejado en los presupuestos de mediano y largo plazos.

Esta tendencia creciente se debe a dos factores fundamentales: mejoras en diseño y en calidad.

Los elementos estéticos son producto de la gestión de Peter Schreyer, quien desde su nombramiento como jefe de diseño Kia ha cambiado la fisonomía de la marca, ganado varios premios y reconocimientos al diseño automotriz, lanzado llamativos nuevos autos y, en términos generales, le ha dado una nueva arquitectura a la marca.  Todo esto en menos de tres años.

Por otro lado, el empeño en mejorar la calidad del producto ha ubicado a Kia en los valores de promedio de la industria actual.  Esto se mide con el indicador: “Defectos por cada 100 unidades”, aplicado a todas las marcas y modelos del mercado.
Así, buen diseño y buena calidad son los dos pilares que sustentan la oferta de la nueva Kia Sportage.

Acariciando los sentidos
A primera vista, esta SUV compacta, impacta.  Su parte frontal da cuenta de su ADN, ya que mantiene la misma línea de otros modelos de Kia.  El desarrollo de la alta línea de cintura parte desde unos estilizados faros delanteros, marca el tamaño de las ventanas laterales y remata en las luminarias posteriores, dándole fortaleza a la figura y una imagen dinámicamente robusta.  Su coeficiente aerodinámico de resistencia al avance es de los más bajos de su categoría: Cx=0.37.

Tanto la vista lateral como la posterior invitan a pensar en su parecido con algunas camionetillas de marcas alemanas, cuyo perfil es muy similar y su coda es casi igual.  Esto hace que la nueva Sportage tenga valores estéticos ya comprobados y aceptados en la categoría premium.

Con relación al modelo anterior, la nueva Sportage ha crecido en todos los sentidos de su tamaño, a excepción del alto y la distancia al piso, con lo cual se reafirma su concepto CUV (Coupe Utility Vehicle - Vehículo Utilitario Coupé).  Este diseño se ubica entre los SUV y los crossover (mixtos), ofreciendo la conducción de un carro con orientación deportiva, cuya operación ofrece altura, espacio interior y conveniencia para recorrer caminos no asfaltados.

El zócalo negro que inicia y termina con los faldones anterior y posterior expresa su vocación para caminos no asfaltados, así como la posibilidad de solventar obstáculos a encontrarse en recorridos por la ciudad o el campo.  Su techo es acristalado por dos aberturas solares, uno para las butacas frontales y el otro para los pasajeros de la banqueta trasera.  Con estos elementos se permite darle amplitud al habitáculo sin renunciar a sus valores estructurales, logrados por su carrocería autoportante.


Ya dentro de la cabina, los pasajeros y el conductor rápidamente se encontrarán en un estado de agradable comodidad.  Esto gracias a las texturas y calidad de los acabados, así como la orientación ergonómica de los elementos propios para cada plaza.

El aparato de sonido, de seis bocinas y un subwoofer, ofrecen un agradable confort sonoro que permite apreciar tanto la música como los sonidos del exterior, mantener una plática sin elevar la voz y, en términos generales, conjugar el ambiente interno con el externo, generando un viaje sumamente placentero.

Para el conductor la comodidad empieza en la butaca con calefacción y enfriamiento, los controles situados para estar al alcance, operados y leídos con mucha facilidad.

Cualidades al volante
La sensación de control inicia con el mullido volante cuyo tamaño es adecuado para su operación cotidiana.  Las guías para los pulgares y los controles en los radios permiten la operación del sistema de entretenimiento y el teléfono, sin cambiar la adecuada posición de las manos en el timón.

Al poner en marcha el motor con el botón de arranque, el conductor tiene la impresión de que está a punto de conducir un carro de la gama alta, o bien a un auténtico deportivo.

El ronco sonido del motor invita a recordar los poderosos V8 estadounidenses, sin embargo, pronto disminuye su dominancia en el esquema sonoro llegando a ser un agradable susurro.  Al ir en carretera con los vidrios totalmente cerrados se escuchan pequeños ruidos parásitos, los cuales podrían tornarse molestos si se viaja sin compañía o sin el sistema de entretenimiento funcionando.


Al mando de ella
Al conducir la nueva Kia Sportage se hace notable la buena coordinación de su motor Theta II con la caja de cambios ultra compacta, automática de seis velocidades, desarrollada por Hyundai-Kia Group.  El primer resultado es la comodidad y respuesta a cualquier velocidad, la economía y bajas emisiones de CO2.

A diferencia de otros sistemas de control de estabilidad, el nuevo sistema AWD de Dynamax monitorea continuamente las condiciones de manejo, funcionando de manera intuitiva, es decir, antes de que se dé la deriva del auto, el sistema distribuye la energía del motor en las cuatro ruedas, para evitar los derrapes o pérdidas de adherencia.

Desarrollado por Magna, el Dynamax es lo último en tecnología de bloqueo de diferencial con sistema electro-hidráulico, siendo un sistema que no solo aumenta la estabilidad, sino reduce las emisiones por utilizar en mejor forma la energía del motor.

En curvas angulosas, el auto es extraordinariamente estable, con un comportamiento completamente neutro, es decir, el Dynamax no permite que sea ni subvirador ni sobrevirador.

En la ciudad o en carretera
La conducción de la nueva Kia Sportage es agradable en la ciudad.  Las maniobras de estacionamiento son auxiliadas por una cámara que proyecta el área posterior en la pantalla del tablero.  Este adminículo es de obligado uso, ya que la figura posterior del auto impide una visualización adecuada para establecer exactamente los límites de la carrocería.

La dirección asistida electrónicamente y la distancia entre ejes permite un radio de giro mínimo de 10.58 metros, lo cual hace que sea fácil hacer vueltas en U, estacionarse y tener una buena respuesta a las maniobras realizadas con el timón.

Su andar es suave pero preciso, de manera que no es una nube con ruedas, pero tampoco un vehículo que transmite directamente la superficie de la carretera a sus ocupantes.  Más bien, se podría decir que tiene un adecuado balance entre la dureza de la suspensión y el confort para los pasajeros.
Es un vehículo tan útil en la ciudad como en la carretera.  Una ambivalencia poco común cuando se trata de un carro con aptitudes propias para aventurarse en caminos en no muy buen estado, sin renunciar a adecuadas cotas de confort, seguridad y consumo de combustible.

En pocas palabras…
La apreciación que deja la nueva Kia Sportage al manejarla se puede resumir en una frase que expresé justo después de entregada la llave: “Si trabajara en una marca japonesa o americana, estaría muy preocupado por la competencia que me hará este carro en el corto plazo.  Y si fuera en una europea de alta gama, me preocuparía mucho por lo que será Kia en unos cinco años”.




Sin pretender ver al futuro, es evidente que Kia está haciendo apuestas seguras, tanto en tecnología implícita en sus modelos, como en diseño.  Su gama más reciente es atractiva y ofrece productos que ponen a la marca al nivel de sus competidores japoneses, coreanos, americanos y europeos.  Si a esta realidad se le suma su conveniencia de compra por cuenta del factor cambiario, el resultado es un carro que vale más de lo que se paga.

En el caso específico de la nueva Kia Sportage, no cabe duda de que ha sido un modelo receptor de lo mejor visto en otras marcas para cada detalle, cada sistema y cada elemento, dentro del escenario de un auto de gama media.  Y aún así, adopta en demasía características vistas en autos premium en la actualidad, además de adelantos, como el Dynamax, completamente inéditos en la industria.

Este modelo pertenece al reducido número de productos que, luego de tener contacto con ellos, luce innegable su éxito.