Decíamos el otro día que si Renault quisiera buscarle las cosquillas a Audi, los ejecutivos de la casa de los cuatro anillos tendrían que ir pensando en un nuevo nombre para el R4 antes de pasarlo por la pila bautismal. Pero es que la propiedad de su supuesta denominación comercial es solo uno de los problemas de identidad que Audi tiene entre manos, dado que como publica GreenCarReports, e-tron, el nombre del prototipo original y de la futura gama eléctrica de Audi, también podría ser fuente de problemas en las Galias. En este caso, porque suena excesivamente parecido a étron, que en francés quiere decir...caca. O mojón/truño, si prefieres una traducción un poco más ajustada y menos infantil.
Dado que Audi parece ya decidida a bautizar sus futuros modelos eléctricos con la escatológica coletilla, parece que solo tiene dos opciones posibles: sacar pecho, mirar al frente y seguir adelante mientras cruza los dedos, o adoptar una denominación específica para los mercados francófonos. Que tampoco son nuevos en esto; igual que pasó con el Mitsubishi Pajero (Montero en los países de habla hispana), Buick vende en Canadá un Allure que no es otra cosa que el LaCrosse de Estados Unidos... comercializado bajo otro nombre porque LaCrosse suena igual que el pecado de Onán en el argot quebequés.
