Mazda no ha viajado a America del Norte para hacer amigos unicamente, su propuesta es clara y concisa como sus ambiciones, así es la nueva carta de la factoria nipona que se ha presentado en el Salón de los Angeles. Mazda Shinari Concept rompé con el diseño establecido hasta el momento, convirtiendo este concepto en la iniciación de las futuras líneas de Mazda.
Con esta impetuosa revelación no cabe duda que competidores como Lexus hayan podido recibir una estrepitosa sorpresa, ya que hasta ahora modelos como el IS 200 ganaba en cierta medida rivalidad con el Mazda 6. Me ha sorprendido profundamente el acabado de este concepto, una línea visual muy ingeniosa y audaz, como si la ciencia hubiera encontrado el limite en aerodinámica.
Al menos, ese es el valor que más han tenido en cuenta a la hora de impresionar al consumidor, y si no fijaros en los espejos retrovisores de motocicleta o en la curvatura de la luna delantera. Viajar ahí dentro en altas velocidades debe ser una pasada, ya que el ruido ofrecido por la resistencia al viento debe ser prácticamente inapreciable. El jefe de diseño, Ikuo Maeda, esta convencido que esta nueva filosofía de diseño reconocida como “KODO”, sea valorada y una apuesta de gran referencia.
Mazda lo describe con un aspecto atractivo y ligado a la velocidad con una espontaneidad agresiva allá por donde pase, un emblema que cautivara a personas jóvenes y de mediana edad, ese es el objetivo fundamental. El Mazda Shinari Concept tiene su mejor apariencia visto de perfil, si lo viésemos de frente quizás todavía no concibiriamos o estaríamos preparados para apreciar su belleza real. Su parrilla es francamente robusta y deslumbra en estilo, pero los apéndices inferiores que redirigen el aire como sus cortes en sus líneas superiores están proporcionalmente muy remarcadas.
La simetría es simplemente perfecta, tan ingeniosa como los faros delanteros que guardan paralelismo de diseño con los retrovisores. El coeficiente aerodinámico va mejorando cuanto más retrocedemos, la curvatura del techo hacia la parte posterior descansa con una pendiente tan delicada como si el viento no percibiera su presencia. Visto desde atrás, encontramos una parte inferior muy encurvada, con el difusor terminado longitudinalmente en aluminio, como el reborde del maletero y el espacio de la matricula, los escapes situdados en las esquinas, y los retrovisores y numerosos apéndices más.
El color responde a la gran expectativa del Shinari, con unas llantas de aleación de cinco radios dobles que hacen juego con la diversidad del aluminio, muy marcado en todo su entorno. ¿Enamorarse de algo imposible?, lamentablemente si. Después de caer en el placer de este concepto, tenemos que asimilar la decepción de que el Shinari nunca llegara a producción. En cambio, Mazda ha sido capaz de mandar una gran ofensiva a la competencia con esta iniciativa, un espíritu que ilumina los nuevos caminos de diseño para trabajar sobre una referencia más perfeccionista ya que poseen todo a su alcance. Sinceramente, Mazda me ha sorprendido gratamente con este Concept.