Hace ya un par de meses que se conocieron algunos cambios en los motores del Dodge Challenger pero no ha sido hasta hoy cuando la firma ha decidido hacerlo oficial. Se puede decir que es un pequeño lavado de cara del modelo, puesto que aparte de los motores se incluyen ligerísimos retoques estéticos tanto exteriores como interiores, y algún cambio mecánico adicional.
Estéticamente, las diferencias son tan nimias que apenas logra distinguirse de un Challenger actual salvo si nos fijamos en detalles. En el frontal encontramos una nueva toma de aire trapezoidal de diseño similar a la anterior pero de mayor tamaño. Lo más llamativo de esta zona es la eliminación del logotipo de Dodge del borde del capó, por lo que ahora nos encontramos con un frontal complamente “limpio”.
En el lateral nos encontramos una nueva tapa del depósito de combustible y nuevos diseño de llantas (al menos de 18 pulgadas en todas las variantes). Y poco más se puede destacar, el resto de los cambios de maquillaje se encuentran en el interior, donde se ha refrescado la imagen pero no se ha producido un rediseño profundo, que era lo que se esperaba desde hace meses.
El aspecto general sigue siendo similar, y también en este caso los cambios son de detalle. Lo más destacable es el nuevo diseño de volante, aunque también hay pequeñas modificaciones en el diseño de los asientos y del tablero de instrumentación. Como novedades de equipamiento, ahora se incluirá en todas las variantes climatizador automático de serie.
Lo más importante de este restyling es, por tanto, la completa actualización de motores que vimos en septiembre. El V6 de acceso pasa a ser un 3.6 Pentastar de 305 CV, mucho más potente y eficiente que el anterior 3.5 V6. El 5.7 V8 HEMI aumenta ahora su potencia hasta los 376 CV, pero el más espectacular es el nuevo Dodge Challenger SRT8 392, equipado con un6.4 V8 HEMI de 470 CV que sustituye al anterior 6.1 de 425 CV. En todas las variantes se produce además una actualización del esquema de suspensiones.
Con estas actualizaciones, Dodge sigue la estela del Chevrolet Camaro y el Ford Mustang, que en los últimos meses han recibido suculentas mejoras en sus motores para hacerlos más potentes y eficientes. Los nuevos Dodge Challenger rediseñados llegarán a los concesionarios norteamericanos a finales de 2010, es decir, en diciembre.