Seguramente a muchos no os diga nada la palabra “Cormeum”, nombre elegido por Mansory para dedicar a su propia versión del Mercedes SLS AMG. En Latín “Cor Meum” significa “mi corazón”. Esta denominación tan romántica parece que tiene poco que ver con lo que nos propone Mansory que, como siempre, no es precisamente un coche que pase desapercibido.
Si hay una clave en el Mansory Cormeum es la ligereza de componentes que comienza por la sustitución de gran parte de su cuerpo por piezas realizadas en fibra de carbono, consiguiendo así un ahorro total en peso de nada menos que 90 Kg. Aún haciendo dieta el coche gana en tamaño gracias a los agresivos paragolpes que añaden 6.6 y 8.4 cm según miremos el coche desde el frontal o desde la trasera.
Las sencillas llantas de aleación que monta este Mercedes SLS AMG alcanzan los 20” de diámetro y montan neumáticos aportados por Michelin para la ocasión. Nuevas suspensiones y amortiguaciones proveen al SLS AMG de una mejora dinámica importante además de restarle 2 cm en su altura con respecto al suelo. Por dentro lleva materiales naturales para los tapizados, un nuevo airbag más completo en el volante y detalles en carbono / aluminio.
¿Poca potencia de serie para ser un auténtico Mercedes deportivo? ¿Para ser la reencarnación del “alas de gaviota”? No pasa nada porque Mansory tiene la solución. Su tuning del motor V8 propicia sacarle un máximo de potencia de 660 CV cuando la aguja apunta solamente a alas 4.850 rpm. Más adelante, si Mansory ve futuro con el Cormeum, ofrecerá un kit de potencia de hasta 800 CV. Por si éste sabe a poco…
En Ginebra lo veremos con nuestros propios ojos y quizás sepamos algún que otro detalle. En definitiva no deja de ser otra máquina aligerada, maquillada y con un petardo en los cuartos traseros motor V8 muy bien afinado. Mansory también presentará junto a Lotus su preparación del Evora. Del Cormeum ofrecerán 15 ejemplares que lógicamente no tendrán un precio propio de un coche producido en masa.