Cuando Ralph Gilles decía que el Viper sería un coche más GT y menos visceral no hablaba por hablar. Tras años dando la espalda a ayudas electrónicas tan importantes como el ESC, Dodge ya está poniendo a punto el control de estabilidad de la quinta generación de su ponzoñoso ofidio, comenzando una fase de pruebas que culminará con el lanzamiento del coche en la segunda mitad de 2012. Si el coche de la foto te suena misteriosamente familiar, es porque en realidad se trata de un Viper 2010, usado por Dodge como plataforma para probar su nueva electrónica.
Esta información realmente la única confirmada por el Grupo Chrysler en lo que respecta a su deportiva estrella. No obstante, por lo que se ha filtrado durante los últimos meses sabemos que su motor V10 entregará entre 600 y 700 CV de potencia, e incluso habría una opción V8 para quienes no necesiten las desopilantes prestaciones que se esperan del modelo tope de gama (o no estén dispuestos a acercarse por la gasolinera con peligrosa frecuencia). Lo que sea con tal de competir en mejores condiciones con coches como el Chevrolet Corvette o el Nissan GT-R.
A todo esto, todavía estamos esperando a ver cuándo se decide Dodge a mostrar el prototipo exhibido a su red comercial en Estados Unidos... Ya sabes, ese que supuestamente tendría forma de mujer desnuda. ¿Llegará a presentarlo en algún salón del automóvil o nos dejarán con las ganas?
