Una de las estrategias clave que Luca Cordero di Montezemolo ha establecido para el futuro de Ferrari en los próximos años es convertirse en una compañía que realmente innove con mayúsculas en el segmento de la automoción. Para ello, tienen varios frentes abiertos, como por ejemplo la implantación del KERS en coches de producción, pero recientemente hemos sabido que trabajan en un novedoso dispositivo de control de sus vehículos.
Según ha podido saber la revista Autocar, la marca ha registrado una serie de patentes cuyos dispositivos tienen por finalidad leer la mente del conductor, alegóricamente hablando. De momento la técnica no permite esto en un coche, pero Ferrari pretende conseguir algo similar mediante la utilización de sensores que detectan el ritmo cardíaco, la presión sanguínea, la actividad eléctrica del cerebro o la temperatura corporal para determinar las condiciones psicofisicas del individuo.
Estos sensores irían situados en el techo del habitáculo, la consola central, el volante y alguna otra inmediación del puesto de conducción. Una vez reconocidos todos esos parámetros, el coche deduciría cuál es el estilo de conducción al que se adaptaría el conductor. Para ello, variaría automáticamente los reglajes de los controles electrónicos, la respuesta del acelerador, etc… para adecuar el comportamiento del coche a lo que es capaz de controlar el conductor.
La intención de Ferrari es realmente loable: aseguran que este dispositivo adaptaría el coche a las condiciones reales del conductor, y no a lo que su instinto le pide. Estoy seguro de que mucha gente desactiva los controles electrónicos o los sitúa en sus modos más permisivos para dejar florecer adrenalind; la marca cree que en muchos casos ese no es el comportamiento correcto y este revolucionario dispositivo permitiría controlar esas situaciones.
Por otra parte, esto corta la libertad del dueño al volante de su propio coche, aunque lo lógico sería que el sistema pudiera desconectarse completamente. Más allá de las interpretaciones que pueda tener, ¿tiene futuro esta tecnología?. La idea me resulta realmente interesante, aunque seguramente aún falten varios años para que los modelos de produucción lo incorporen. ¿Y tú que opinas de esta propuesta de Ferrari?