Hasta ahora por aerodinámica activa entendíamos todos aquellos elementos aerodinámicos movibles que proporcionaban un coeficiente variable de carga para mejorar la penetración a alta velocidad, y ofrecer más arrastre en las frenadas. Pero el Huayra irá un paso más allá, con cuatro flaps, distribuidos dos a dos entre la parte delantera y trasera del coche. Estos, según hemos podido ver, modificarán su ángulo de incidencia en función del ángulo de guiñada del vehículo, proporcionando un arrastre asimétrico entre el lado derecho e izquierdo.
De esta manera, cual avión, esto permitirá crear un efecto sobre la propia guiñada del vehículo, colaborando a la direccionabilidad del vehículo. De la misma manera que la actuación de los frenos en los modernos ESP y sistemas de emulación de diferencial autoblocante ayudan a modificar la actitud en curva, esta aerodinámica, a pesar tal vez de hacer al coche más feo, debería ayudar y mucho en las trazadas a alta velocidad.
Y es que por debajo de 100 kilómetros hora, será muy difícil conseguir que la carga aerodinámica variable pueda conseguir un efecto realmente perceptible, pero en un coche como el Pagani, capaz de superar los trescientos por hora, este sistema puede ser más que apreciable.