Puede ser feo o guapo, gustaros o no pero hay un punto más o menos subjetivo. Lo que ha hecho Access Evolution con el Nissan Skyline japonés, o lo que es lo mismo el Infiniti G37que se vende en Estados Unidos, es llevarlo al extremo. Y de paso cubrirlo de carbón.
Negro que te quiero negro. El color de moda cuando está “barnizado” en mate es lo que lleva impuesto este G37 pero lo hace hasta las últimas consecuencias. No quedan sin tocar la calandra, ni la parrilla, ni los retrovisores… Solamente faltaba que hubieran tintado las ópticas para completar el asunto. Además lleva el sobresaliente spoiler delantero y el pequeño alerón trasero realizados en fibra de carbono.
Por el camino también aparece una mejora para la dinámica gracias a un pequeño kit en los frenos que agrega pinzas con doble pistón y discos rayados/perforados de 32 cm de diámetro (o uno mayor para incluir cuatro pistones y discos de 35.5 cm). Para darles mayor protagonismo, las ruedas incrementan su calibre hasta limitar profundamente el perfil de neumático y las pinzas se colorean por fuera en verde fluorescente (al menos no es el demasiado habitual rojo).
En mis palabras personales entraría algo más que extremo pero hay que reconocer que algo de “público” tendrá, ¿no? Desde luego yo no se lo haría a una berlina de ese calibre.