Mercedes-Benz ha plantado en la cita parisina la segunda edición su afilado coupé de cuatro puertas, convencida de que quien dio primero, siempre dará dos veces.
Pocas objeciones se le pueden hacer en este caso a semejante afirmación, que encuentra en el nuevo Mercedes-Benz CLS un claro ejemplo de que se puede cumplir, aunque el Audi A7 Sportback y la versión de calle del BMW Gran Coupé estarán al acecho.
El primero del argumentos del coupé de Stuttgart salta a la vista. La firma de la estrella se ha superado al ser capaz de dibujar una silueta que poco tiene que envidiar a de su antecesor. Quizá sólo el hecho de no haber sido la primera.
Pero es que el frontal del CLS es de los que hipnotizan cuando lo tienes delante. No importa que se hayan publicado centenares de imágenes de este coche y que sus detalles se hayan desnudado por completo. Merece la pena verlo en directo, y en el Salón de París es uno de los modelos por los que la gente más se peleará por entrar.
Pocos fabricantes saben combinar con tanto acierto la modernidad de materiales de última generación con el clasicismo de las piezas tapizadas en piel.
Las unidades expuestas en la cita francesa son las tres que ya tienen precios publicados, de modo que aún habrá que esperar un poco para ver la criatura más extrema de este precioso coupé: el AMG.