Uno de los modelos que más ha llamado la atención en el Salón de París es el espectacular Jaguar C-X75. Este superdeportivo eléctrico de autonomía extendida ha sorprendido por montar una mecánica fuera de lo normal, ya que el sistema que recarga las baterías en marcha es un conjunto de dos turbinas muy ligeras pero potentes.
El caso es que esta tecnología suena a que es muy avanzada y cara, pero no lo es tanto. Su fabricación en serie no sería nada descabellada, y tal es así que en estos días se han disparado las especulaciones de su posible producción en serie tras unas palabras del responsable de motores de Jaguar. Éste ha afirmado a Autocar que necesitarán dos o tres años para alcanzar un mayor grado de desarrollo de las turbinas.
Si lo ha dicho, es porque ya están trabajando sobre ello. A estos 2-3 años de investigación habría que sumar otros 4 o 5 años para implantar la tecnología en coches de producción. Preguntando acerca del precio de las turbinas, el directivo ha asegurado que el precio será inferior al de un motor de combustión interna de prestaciones similares.
Las turbinas para mover turismos es una solución ya utilizada en la primera mitad del siglo XX, pero fueron abandonadas debido a que por aquel entonces los motores de gasolina eran más competitivos. Jaguar quiere resucitar esta tecnología, y están convencidos de que podría tener éxito en las próximas décadas. Una de las razones que esgrimen es la fiabilidad y sencillez, puesto que la cantidad de piezas es hasta 100 veces menor.
Si Jaguar finalmente decidiera lanzar un modelo de producción derivado del Jaguar C-X75,llegaría al mercado como mínimo en 2016, e incluso podría irse hasta 2020. Por tanto, aún queda muchísimo tiempo pararumores, especulaciones o incluso cancelaciones. Sea como fuera, seguro que más de uno está deseando ver este coche por las calles ya, aunque sea con un motor de gasolina convencional.